Yo Opino II
Otro ejemplo, realizado por Malena Pawliska, 3er.Año, Colegio Santa Teresa, 2013
Problema: Falta
de progreso propio por moldes culturales españoles. La generación del ´37
llamaba a la población “maldita”, incluyendo también a los indígenas, mulatos,
negros y mestizos que habitaban el país. Esto era así porque los consideraban
ignorantes e incivilizados.
Solución:
Inmigración europea, en especial anglosajona, a quienes consideraban cultos y
civilizados.
Mi opinión: Estoy en contra de que los indígenas negros y
mestizos sean llamados bárbaros y se los discrimine por tener una cultura totalmente
distinta a la europea. Sin embargo sí creo que esta bien romper con las
costumbres españolas para crear una nueva identidad como nación libre. La
solución planteada por la generación del ´37 me parece que beneficiaría al país
en el sentido económico ya que los inmigrantes europeos aportarían capital y
tecnología para que progrese la nación pero también pienso que debería lograrse
un balance entre las costumbres originarias y las ideas europeas.
Problema: Como
establecido anteriormente, la joven generación argentina veía al pueblo como
maldito y es por ese motivo que no consideraba a los habitantes del país en
condiciones para ejercer el sufragio por falta de instrucción y conocimientos
al respecto.
Solución: Dejar
el poder en manos de una elite, es decir, establecer el sufragio limitado para
que sólo las personas cultas pudieran votar y luego, paulatinamente volver a
una situación democrática.
Mi opinión: Con
respecto a este segundo problema pienso que la población local no debería ser
privada del voto. A mi entender, todos somos iguales y por eso todos deberíamos
tener el mismo derecho al sufragio, así como a la educación. Este último
aspecto es muy importante ya que para que la población pueda votar entonces
todos deberían estar en igualdad de condiciones y eso implica tener una
educación firme que permita formar un juicio propio. Por este motivo la
solución dada por la joven generación argentina no coincide con mis ideas. Lo
que yo planteo es que las personas deberían ser educadas, no privadas de algo
que les pertenece como ciudadanos.
Problema: El
caudillismo presentaba una gran problemática porque por medios de este gran
parte de la población interfería en asuntos del gobierno por medios no
democráticos, sino militares. La generación del ´37 consideraba a los caudillos
bárbaros e ignorantes.
Solución: Tener
un ejecutivo fuerte con todo el poder posible y sancionar una constitución a su
favor. Esta diría que el ejecutivo puede intervenir en cualquier aspecto que a
su juicio amenace la integridad de la nación.
Mi opinión: La
idea de suprimir el caudillismo es lógica ya que de otra forma se estaría dando
una contradicción. Se supone que si uno vota, entonces está haciendo lo posible
para que el gobierno represente sus ideales como individuo. Está claro que hay
veces que se cumple y hay otras que no pero si el caudillismo existiera
entonces el sufragio no tendría sentido ya que en realidad uno votaría a
alguien o un grupo tuviera el poder, pero no por elección del pueblo sino
imponiéndose militarmente. Para mi, el poder debería estar dividido en tres:
ejecutivo, legislativo y judicial y que se mantuviera un balance entre los
tres.
Problema:
Escasez de capital y tecnología. Consideran a la Argentina un “desierto” por
las condiciones económicas: falta de población e inversiones la llevaron a ese
punto.
Solución:
Abolir los aranceles proteccionistas, abrir el país a inversiones extranjeras,
préstamos y la sociedad de negocios para que la población europea construya la
infraestructura del país y para esto proteger a las empresas extranjeras.
Mi opinión:
Estoy totalmente de acuerdo con el problema y la solución que plantea la
generación del ´37 con respecto a la escasez de recursos. Obviamente, para que
un país progrese económicamente, en este debe invertirse capital, pero como
esto no se podía lograr sin ayuda, la intervención de europeos sería la
solución más lógica y para que esto suceda deberían tomarse ciertas medidas
como permitir la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay, abrir el país a
prestamos e inversiones extranjeras, aplicando las ideas de Smith sobre el
liberalismo económico.