Viejos cuentos
«Érase
una vez...», hace aproximadamente 6.000 años, ya los humanos relataban cuentos
de hadas que han llegado hasta nuestros días. Así lo afirman al menos dos
investigadores que han realizado un análisis filogenético de estos populares
relatos y han encontrado que muchos de ellos se remontan en el tiempo mucho más
allá de los siglos XVI y XVII, como se creía. Uno de ellos concretamente hasta
la Edad de Bronce.
Lingüistas
y antropólogos modernos establecieron el origen de la mayoría de estos cuentos
de hadas justo antes del momento en que fueron escritas, lo que los dataría en
varios cientos de años. Pero esta nueva investigación sugiere que son mucho más
antiguos y que pueden remontarse en su fundamento a hace miles de años.
Jamshid
Tehrani, un
antropólogo de la Universidad de Durham y Sara Graça da Silva,
científica social/folklorista de la Universidad Nueva de Lisboa, describen en
la revista Open Science de la
Royal Society el
estudio lingüístico que han llevado a cabo con 275 cuentos de hadas.
Aplicando una técnica usada normalmente en los árboles filogenéticos de
biología, que brinda la capacidad de rastrear atributos lingüísticos hasta su
origen, redujeron estos relatos a 76 historias básicas.
Los
investigadores encontraron evidencia de que algunos cuentos de hadas, como «Jack
y las habichuelas mágicas», tienen sus raíces en otras historias agrupadas
como «el niño que robó el tesoro del Ogro», y podrían remontarse a una época en
que las lenguas indoeuropeas occidentales y orientales se dividieron, hace
aproximadamente 5.000 años, lo que significa, por supuesto, que son
anteriores a la Biblia, por ejemplo, o incluso a los mitos griegos.
El
análisis mostró que «La Bella y la Bestia» y Rumpelstiltskin (El
enano saltarín) podrían contar con cerca de 4.000 años de antigüedad.
«Estas
historias son mucho más antiguas que la primera evidencia literaria de ellas»,
afirma el coautor Jamie Tehrani.
Un pacto con el diablo prehistórico
Un cuento
de hadas en particular fue muy claro en su antigüedad. Se trata de «El
herrero y el diablo», un relato de un herrero que pacta con el diablo, que
se remonta a hace aproximadamente 6.000 años, a la Edad de Bronce. Según este
estudio, la historia podría remontarse a la sociedad proto-indoeuropea, cuando
la metalurgia probablemente existía.
Sin embargo,
John Lindow, un folclorista de la Universidad de California, Berkeley, pone en duda la teoría
en Science News,
diciendo que el vocabulario proto-indoeuropeo para trabajar con el metal fue
limitada y la palabra «smith» podría no haber existido. Eso significaría que la
versión de «The Smith and The Devil» utilizada en el estudio podría no ser tan
vieja, dijo.
Tehrani,
que ya publicó un estudio en 2013 en la revista científica estadounidense Plos
One sobre la génesis y la evolución en el tiempo y lugares de los cuentos, concretamente de «Caperucita
Roja», confía
en sus hallazgos. Trataron a las historias como la información genética,
transmitida de generación en generación. «Nosotros no inventamos la cultura de
nuevo cada generación», dice Tehrani en Science News. «Heredamos un montón de nuestra
cultura».